Quizá puedes pensar que soy extraño, todo un psicópata observador... sin embargo, simplemente no puedo evitar mirarla a través de la ventana. ¡No puedo! Ella es irresistible. Cada vez que se desviste a contraluz sale a relucir mi instinto animal. Golpeo la pared en un ataque de ansiedad, nunca he podido hablarle y creo que nunca podré. Me confieso un discapacitado emocional.
Martín terminó de escribir esas líneas estrenando su nuevo diario.
Cada mañana, a las cinco treinta de la mañana, se despertaba con angustia y corría a través de los restos de basura regados por el suelo de su pequeño apartamento hasta la ventana panorámica de la sala. Esperaba que ella corriera la cortina para divisar sus curvas desde la penumbra. Su cabello negro brillaba a 100 metros de distancia y sus manos se deshacían de un babydoll de satén rosado. Había dormido con otro, después de tanto tiempo Martín conocía su expresión luego de una noche de placer. Ya no sentía rabia sino sólo se concentró en los senos desnudos caminando de un lado a otro y comenzó a masturbarse sobre la mesa del comedor.
Hace un año que la mujer se mudó al edificio Sorocaima no se imaginaba que desde el edificio de al frente, Venezuela, encontraría un acosador que se ocuparía durante 365 días de cronometrar su rutina y dibujar bocetos de su silueta. Ella no tenía idea, no sentía la extraña corriente que sentimos cuando alguien nos mira fijamente. Trabajaba en las noches, Martín creía que en un bar por las pintas que llevaba al salir de casa.
La mujer, Laura, se mudó unos meses después de navidad. El pobre Martín pasó varios días tomando fuerzas para intentar hablar con ella, la mujer de sus sueños, pero cuando vio el camión de mudanzas, supo que no le quedaban esperanzas.
María y la importancia de cuidar el vínculo con tu comunidad digital
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Hace algunas semanas me llegó un email de una chica que, por el nombre, me
sonaba bastante pero no acababa de ubicar bien. Por curiosidad abrí el
mensaje...
Hace 4 años
Coño, Martín, que bolas...
ResponderEliminarMe gustó el hecho de que fuera un acosador, amo los personajes disfuncionales <3 :)
Y si, estamos claras que el final fue muy sin anestesia. Pero Martín sigue siendo lo máximo <3