viernes, 1 de octubre de 2010

… sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.
Julio Cortázar, Rayuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario