viernes, 15 de enero de 2010

VERDE DE ENVIDIA
Lidiar con la envidia es algo difícil, pero no lo digo porque yo sea envidiosa, no; simplemente que a mis conocidos les pasan cosas muy especiales y me hacen pensar si verdaderamente lo merecen. Completamente normal, ¿no creen? 


Debo admitir que hace dos días me dieron una noticia que me dejó en vela toda la noche: "voy a retirar las materias del próximo semestre porque va a hacer un curso de inglés". En ese momento estuve tan confundida que preferí no preguntar más. ¿Será que hará un curso de tiempo completo? No, eso es estúpido, eso se puede compaginar con la universidad. Entonces, ¿irá a los Estados Unidos? No creo que su familia tenga tanto dinero... ¿o sí? En fin, todos esos pensamientos me atormentaron por la noche, así que vi una película para olvidarme de eso. Y funcionó, a ratos... Ayer le pregunté sobre el curso y tal. Inglaterra. Me ha caído como una bomba, un ácido corrosivo que cayó justo allí donde reside mi orgullo.


Todo se derrumbó dentro de mí, dentro de mí... 


Sí, quizá estoy siendo dramática pero, ¿por qué esa clase de cosas no me pasan a mí? He querido visitar Inglaterra desde que tengo 12 años. 
Rosi, cálmate y sé racional, puede que ella lo desee mucho más que tú, o lo necesite más que tú. (Ay, qué vergüenza me daría si algún día lee esto)...  Pero de inmediato aparece aquel sentimiento egoísta, que me hace sentir estúpida, ¿por qué no te pasan a ti cosas como esas? ¿Será el mal karma? ¿Tanto mal le he hecho al mundo? No puede ser. "Egoísta, envidiosa, ¡me repugnas!" Me dice mi lado moralista. "Tienes razón, debes estar muy molesta con el mundo, de todas formas tú eres la que será una Loca de los Gatos cuando sea mayor" Me dice mi otro lado.


En fin, no es que yo esté celosa ni nada... sólo que cosas tan lindas como esas no me suceden a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario