viernes, 5 de noviembre de 2010

Algo improvisado que se me vino a la mente, luego de un día difícil en el que tuve que convivir con muchas histerias, la mía y la ajena.


Tratado sobre el sufrimiento
‘‘¿Quién usará la plata buena de la novia chiquita y morena? Mi cola se pierde por el mar y la luna lleva puesta mi corona de azahar”.
Así que pasen cinco años, Federico García Lorca.


Las cosas son así, ellos se marchan y nos dejan ese particular vacío en las entrañas. Es un dolor genuino, duele como una puñalada en el estómago. No es que a mí me hayan apuñalado alguna vez, pero en los libros sucede y en las películas también —he leído que también pasa en la vida real. Escupes borbotones de sangre por la boca y por el vientre corre ese espeso líquido rojo mezclado con las tripas de la víctima y las malas intenciones del victimario. Esa es una divina metáfora para el dolor, 'escupir sangre' para mí es 'escupir palabras de dolor'. Más o menos lo mismo, ¿no? Yo no sé mucho del amor, pero he leído innumerables historias de amor. Las mujeres de mi edad suelen creer en esas historias, pero todas son patrañas. Mis padres estuvieron casados 25 años, y sí, mantenían muy bien las apariencias, porque la realidad era que papá se iba de la casa y luego mamá bebía ron hasta quedar inconsciente. ¿Eso es amor? ¿Mantener apariencias?

Me dicen que soy joven, que conseguiré a alguien más. La verdad es que me siento como si tuviera veinte años más de los que en realidad tengo, por lo tanto no hay motivo para que yo busque a alguien más. Emocionalmente inaccesible, me dijeron. La soledad es abrumadora, me pesa su ausencia aunque que él nunca me amó; yo lo sabía, él lo sabía. Pero siempre tuve esperanza de que en algún punto, mientras le obsequiaba mi ternura y mi desnudez, se enamorara de mí y que nunca querría separarse de mí. Puras tonterías, algo que no pasaría. Las cosas buenas no le suceden a la gente ingenua.

Creo que no hay amor si es unidimensional, cuando no hay reciprocidad, la cosa se pierde. El sentimiento inicial se confunde entre una suerte de obsesión y desesperación. Y eso fue justo lo que me pasó, yo lo 'amé' tanto que podría decirse que compensé esa falta de afecto de su parte. Es bueno destacar, que es una mentira con la que me consuelo. Él sólo quería mi cuerpo y yo se lo entregué, porque quería que él fuera feliz. Sí, aunque yo no lo fuera. Pensaba que si me entregaba, se enamoraría de mí. Además, siempre supe que la distancia geográfica nos separaría, que nos conseguimos en un mal momento. Yo todavía tengo muchas cosas que me anclan a este lugar, él es libre como el viento y se pierde en el devenir del viento. ¡Es un estúpido! ¿Cómo no se enamoraría de mí? Yo le di todo de mí, él no lo supo apreciar. ¿A quién engaño? Ahora me queda soledad, porque no creo que exista alguien más que me entienda como él lo hacía. Nunca van a poder llenar el vacío del primer amor. A todos nos pasa, hasta a él. Siempre pensando en la ex... Esa tragedia de no poder superar el maldito pasado, esos fantasmas que viven con nosotros no podemos despegarlos de nuestra mente y siempre nos acompañarán en nuestra existencia.

Para mí no hay vida sin él.

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